La innovación en el mundo corporativo consiste en una búsqueda constante de nuevas maneras de plantear las estrategias de negocio. Estas estrategias se benefician de posibilidades no exploradas y que pueden tener relación con la forma de tratar a los clientes, la manera de llevar los procesos, las estructuras de las empresas, etc. En los últimos años se ha unido la palabra innovación con la tecnología, porque se considera que allí es donde se encuentran las posibilidades inexploradas que pueden traer grandes beneficios para las compañías.
Con respecto a la innovación, se puede hablar de innovación de productos, que es la introducción de un bien o servicios que es nuevo o está significativamente mejorado con respecto a sus usos característicos; innovación de procesos, que implica nuevas estrategias de mejoramiento de actividades en la operación; innovación de marketing, que es buscar formas más eficientes de llegar al público potencial; innovación organizacional, en la que se busca organizar las partes de la compañía de una manera nueva y más efectiva (Mazzarol y Reboud, 2020).
La innovación es buscada por muchos emprendedores, pero también es vista con recelo por muchos otros. La razón es que innovar puede significar un importante avance para un negocio, pero también implica grandes riesgos de pérdidas. Por lo general se recomienda que un intento de innovación esté acompañado de un robusto sistema tecnológico que le de soporte y de una investigación previa sobre las posibilidades de éxito.