Este término se refiere a todas las formas de análisis que son posibles hoy mediante la tecnología de la información y que les permiten a las organizaciones usar todos los datos que producen en su operación para predecir comportamientos futuros del mercado, los clientes, las finanzas, etc. Es una habilidad que les da a las organizaciones una mayor ventaja competitiva: “Predicción es poder. Un negocio asegura una fortaleza muy grande al predecir el destino y el valor futuro de los activos individuales” (Siegel, 2013).
En la actualidad la ciencia cognitiva ha demostrado que la predicción es una de las habilidades humanas más básicas e importantes, porque a partir de ella los individuos toman decisiones y se proyectan en el mundo para construir el futuro que desean. En muchas ocasiones, esta capacidad de predecir está sostenida en la memoria y en el aprendizaje que traen experiencias pasadas. Por eso, ser capaces de acceder a información confiable es esencial en el proceso predictivo. Lo mismo les pasa a las organizaciones y negocios. La información se convierte en un valor añadido de gran importancia si se puede sacar de ella un aprendizaje que permita hacer predicciones para el futuro del negocio y para tomar las mejores decisiones en tiempos de cambio.
La mayor parte de las tecnologías para la predicción analítica se basa en el aprendizaje automático o machine learning, que permite que los dispositivos de tecnología gestionen grandes cantidades de datos (Big Data) y extraigan de allí información valiosa para la toma de decisiones.