No empezar desde cero y construir algo nuevo sin tener en cuenta lo que ya se tiene. Casi siempre es mejor mejorar lo que tienes actualmente que tirarlo todo y empezar de nuevo, aunque también debes ser capaz de reconocer cuando un reemplazo completo es, de hecho, necesario.
Este enfoque no solo es menos derrochador que empezar desde cero, porque conserva el valor que ya tienes, sino que también te ayuda a mantener a tu gente comprometida. Es mucho más probable que apoyen los cambios que necesita la organización si sus contribuciones anteriores han sido valoradas adecuadamente.
No confíe en métricas e informes para indicarle cuál es la situación actual. Cuando lleve a cabo una evaluación, debe observar lo que está sucediendo por sí mismo y utilizar las métricas para respaldar sus observaciones.