Modelo de negocio y economía digital

La economía de hoy no es la misma que existía hace diez años. Las condiciones del mercado han cambiado tanto, y la tecnología ha influido de una forma tan radical en los negocios y en la forma de vender y comprar, que cada día se consolida más lo que se conoce como una economía totalmente digital. Y, aunque muchos negocios están al día en estas transformaciones y han cambiado junto con las condiciones comerciales, también hay compañías que están teniendo problemas para transformarse y adaptar su modelo de negocio a la economía digital.

En primer lugar, ¿sabemos exactamente lo que es una economía digital?

No existe una definición oficial de la economía digital. Sin embargo, la Comisión Europea señala que la digitalización afecta a todas las empresas, aunque en distinto grado. Engloba a las empresas que venden bienes y servicios a través de internet, y a las plataformas digitales que conectan la capacidad y la demanda sobrantes. Señala que no hay una característica única que defina las nuevas formas de hacer negocios en el espacio digital y que los diferentes aspectos se combinan a menudo en una sola empresa. (eurofound.europa.eu)

Eso significa que la respuesta a nuestra pregunta es negativa: no sabemos qué es exactamente esta economía. Pero, como señala esta cita, lo que sí sabemos es que sea lo que sea, está sostenida en la digitalidad de los procesos corporativos: “la economía digital también está relacionada con el concepto de ‘Industria 4.0’, ampliamente considerado como la cuarta y siguiente fase de la digitalización del sector manufacturero. Industria 4.0 es el término que se da a los procesos de producción con instalaciones automatizadas totalmente integradas que se comunican entre sí” (eurofound.europa.eu)

También es claro que es un proceso de transacción económica que para existir requiere la interconexión de una cantidad de usuarios de carácter global, no ya restringido a las fronteras nacionales: “La economía digital es la actividad económica resultante de los miles de millones de conexiones diarias en línea entre personas, empresas, dispositivos, datos y procesos. La espina dorsal de la economía digital es la hiperconectividad, es decir, la creciente interconexión de personas, organizaciones y máquinas que resulta de Internet, la tecnología móvil y el Internet de las cosas (IoT)” (deloitte.com)