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Integración total con el Internet de las cosas

Cuando en el siglo XX las tecnologías de la comunicación empezaron a mejorarse tan rápidamente, y empezó entonces a hablarse de la globalización, probablemente muy pocos se imaginaban que esa interconexión sería prácticamente inmediata. Hoy, gracias al Internet y a su desarrollo, se está empezando a pensar que no solo vamos a poder conectarnos con personas que se encuentran muy lejos, sino que vamos a poder conectar todo con todo, objetos, procesos, personas, incluso animales. Es una visión de integración total conocida como Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés).

Aunque es un nombre que parece ser muy reciente, ya tiene algunos años de historia:

El Internet de las Cosas, como concepto, no recibió su nombre oficial hasta 1999, pero uno de los primeros ejemplos de IoT es de principios de los años 80, y fue una máquina de Coca Cola, situada en la Universidad Carnegie Mellon. Los programadores locales se conectaban a través de Internet al aparato refrigerado, y comprobaban si había una bebida disponible, y si estaba fría, antes de hacer el viaje para comprar una. (dataversity.net)

Lo que significa este concepto es la posibilidad de conectar cualquier tipo de dispositivo o de objeto que cuente con posibilidades electrónicas, con todo lo demás. Es una manera de intercomunicar todas las cosas, lo que busca que haya integración y cohesión, coherencia y alineación de diferentes procesos que antes se daban cada uno por su lado: “El Internet de los objetos consiste en cualquier dispositivo con un interruptor de encendido y apagado que esté conectado a Internet. El Internet de los objetos (IoT) consiste en máquinas que comunican información a través de Internet” (dataversity.net).

Esto transforma radicalmente los procesos. Si los procesos usan para su ejecución una serie de aparatos, y estos aparatos son eléctricos, entonces interconectarlos hace que el proceso sea más fluido, se ejecute con menos errores, y se pueda automatizar casi en su totalidad. Así, la globalización incluye no solo a personas y culturas, sino también a aparatos de todo tipo.

Un ejemplo de esto son las llamadas ciudades inteligentes, específicamente en el funcionamiento de los edificios: “Un edificio inteligente, por sí mismo, utiliza sensores y procesos automatizados para controlar el funcionamiento del edificio, que incluye aire acondicionado, calefacción, ventilación, seguridad, iluminación y otros sistemas. Los edificios inteligentes son sistemas integrados y comparten información vital” (dataversity.net).

Internet de las cosas e integración en los negocios

Los negocios son esencialmente procesos. Entonces, así como los edificios pueden mejorar su funcionamiento general, las compañías pueden optimizar radicalmente su gestión y su comportamiento si hacen un uso inteligente del Internet de las cosas:

Los dispositivos IoT conectados a la red pueden comunicarse entre sí para impulsar la automatización, y pueden ser supervisados y controlados a distancia por personal in situ o externo. Además, al analizar los diferentes datos derivados de la tecnología IoT, las empresas pueden descubrir oportunidades de optimización de los procesos empresariales. (forbes.com)

El Internet de las cosas es así un promotor de la automatización y la gestión automática de muchas de las actividades que se desarrollan en una compañía.

Piénsese por ejemplo en la ventaja de que los computadores, no solo en su aspecto interno, como software, sino como el aparato, puedan informar de un problema o un mal funcionamiento, y que este aviso no llegue a una persona sino directamente al dispositivo encargado de reparar ese problema. Así, muchas actividades se harían directamente entre máquinas y no se necesitaría la intervención humana: “Las máquinas equipadas con IoT pueden comunicarse entre sí para sincronizar acciones o completar procesos específicos. Si una máquina se cae, los sensores pueden activar una solicitud de servicio u otra acción” (forbes.com).

Además, con este funcionamiento interconectado de todo lo electrónico, la compañía puede recabar mucha más información y datos para después analizarla y sacar predicciones para la toma de decisiones que mejoren el comportamiento del negocio.

El IoT ha cambiado por completo la forma de manejar los datos. Los dispositivos IoT rastrean y registran patrones en los dispositivos, aportando datos del mundo real que pueden compartirse en toda la cadena de suministro para aprovechar la toma de decisiones basada en hechos. (forbes.com)

Con todo esto en mente, lo que debe entender todo gerente es que para que los negocios de hoy prosperen, la tecnología y la interconexión que ofrece el Internet deben abrazarse y ponerse al servicio inteligente de los procesos de la organización. Cuantos más objetos puedan conectarse y ponerse en una comunicación activa, mejor será el desempeño.

En Dexon hemos visto repetidas veces como la introducción de más y más tecnología al negocio sirve para que se optimicen los procesos, si esa introducción se hace de manera inteligente y con un plan claro y acorde con las necesidades de cada compañía. Nuestra solución de Business Process Mnagement ha sido utilizada para la automatización de procesos, pero también ha servido de base para interconectar todas las partes del negocio y lograr flujos de trabajo más rápidos y con la participación de más elementos del negocio, con lo que hemos ayudado a la adopción del Internet de las cosas al negocio.

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