Cómo ayuda el diagrama SIPOC al BPM

Un negocio que no mejora para acercarse a sus clientes con nuevos productos y servicios es un negocio que probablemente se quedará atrás en términos de competitividad. En un mundo en el que las comunicaciones son tan rápidas y en el que todo cambia de un día al siguiente, ya no es posible asumir que con una estructura estática se sobrevivirá por mucho tiempo en los primeros lugares del mercado.

La aplicación de SIPOC junto con las estructuras de BPM hacen que los procesos se vuelvan adaptables, pues estos empezarán a pensarse desde lo que revele la herramienta de automatización, y no solo desde puntos de vista fijados de antemano.

El diagrama SIPOC brinda una claridad total sobre lo que necesita la organización para ser ágil y rápida a la hora de responderles a sus clientes. Por esa capacidad de permanente adaptación que adquieren los procesos, se puede decir que uno de los principales beneficios de estas metodologías es el de mejorar continuamente:

La creación de un diagrama SIPOC puede ser beneficiosa en diversas aplicaciones, siendo la más popular la mejora continua. Dado que un diagrama SIPOC acabado proporciona un mapa de alto nivel de un proceso, puede utilizarse para identificar áreas problemáticas, realizar análisis de procesos y explicar las operaciones empresariales a un público. (www.techtarget.com)

El hecho de que el software de BPM funcione con una base informática permite hacer permanentes revisiones del mapa de procesos, y gracias a la claridad que ofrece el SIPOC, estas revisiones siempre llevan a que se hagan mejoras en las actividades, o que se perciba si un proceso que parece funcionar adecuadamente en realidad no tiene el mejor desempeño.

Un diagrama SIPOC puede ser útil cuando partes de un proceso no están claras. Obliga a los miembros del equipo a identificar y centralizar información como contactos de proveedores, especificaciones del proyecto y clientes objetivo. (techtarget.com)

El SIPOC garantiza que se tengan en cuenta todas las variables clave de una operación de negocio, y las incluye en el diseño del esquema de procesos. Por eso es la mejor herramienta para consolidar las estructuras que serán automatizadas por medio del BPM. Por su cercanía con la metodología Six Sigma, puede convertirse en la base de toda una reestructuración estratégica que revele fortalezas que no se habían percibido antes de la implementación de la solución.

Para nosotros el uso de SIPOC ha sido definitivo, pues hemos visto que con este estándar de diseño se potencia en un grado mucho mayor la eficiencia del negocio. Así, los clientes sienten más confianza en la respuesta de la compañía, y los trabajadores y las directivas tienen un contacto más eficiente y fácil, sin las presiones tradicionalmente asociadas al desarrollo de un negocio.

La razón es que desde el principio hay transparencia sobre la estructura de la operación y de las personas encargadas de cada actividad, y lo único que hace falta es la acción adecuada de cada persona a partir de lo que marque la solución BPM.